viernes, 26 de abril de 2013

reglas en el hogar

Reglas en el hogar para vivir feliz


Es necesario comprender que un Hogar se compone de un conjunto de elementos que toman una participación en mayor o menor grado para la buena marcha del mismo. Un hombre cuando toma la decisión de formar un Hogar debe de estar consciente de ello; una mujer cuando toma la decisión de acompañar a un hombre como esposa y formar un hogar, debe estar consciente de ello.

 En estos tiempos de la Kali Yuga en que hay tanta degeneración y tanta decadencia de los principios morales, estamos viendo con suma preocupación cómo no hay esa responsabilidad en muchas parejas que se abocan a tomar esa decisión. Precisamente en los momentos en que todos los sistemas que constituyen una sociedad también están pasando por esa desintegración; nos queremos referir a los sistemas políticos y religiosos que han sido entre otros los que hasta ahora habían podido mantener a la sociedad unidos por ideales en conjunto.
 Al pasar estos por esa descomposición indiscutiblemente nos muestra que la sociedad que los compone ha quedado sin ese fundamento para mantenerse unida por sus ideales; es decir, un pueblo sin rumbo, cada quien agarrando por su lado. Viniendo a repercutir en una desorientación total; un hogar compuesto por una mujer y un hombre constituyen el grupo más reducido de la sociedad, pero vemos que al asumir la responsabilidad de formar un hogar no tienen metas serias, responsables, ni siquiera se han hecho un interrogatorio entre si, cuál, va hacer el comportamiento del hombre para con la mujer, la mujer para con el hombre y los dos para la formación de sus hijos.

 Querido lector : Esto es grave, hay que buscar soluciones, ya que como hemos dicho, los religiosos no pudieron, los políticos no pudieron y los padres de familia han estado impreparados. Esas soluciones no las vamos a encontrar tratando de mejorarle la vida ha otros, es mejorando nuestra condición humana.

 Es el momento en el que cada uno de nosotros veamos en que podemos contribuir en nuestro mejoramiento para así contribuir en el mejoramiento de las nuevas generaciones.

PRIMERA REGLA EN HOGAR ES  EL AMOR 


 Aquí vemos como el AMOR se juega el principal papel, el humano de hoy en día, no comprende, con algunas raras excepciones qué es el AMOR; qué es estar enamorado, por lo tanto seria interesante que toda persona que cree estar enamorado se hiciera las siguientes preguntas:

  •  ¿Verdaderamente estoy enamorado?. ¿Será que estoy en condiciones de demostrárselo a esa persona con hechos?.
  •  ¿Será que no estoy engañado por mis falsos sentimientos?. 
  • ¿Será que hay otra persona por la cual yo pueda sentir lo mismo que siento por esta persona?. 
  • ¿Estaré dispuesto a dar si es posible mi vida por esa persona?. 


 Después de haberse hecho, estos interrogantes debería reflexionar cuál va hacer el comportamiento con esa persona ya conformando un hogar:

  • ¿está dispuesto a compartir los mejores momentos con ella?
  • ¿está dispuesto a compartir los peores momentos con ella?. 
  • ¿Ha comprendido usted, que desde el momento que acepta a esa persona para constituirse en pareja y entra a tomar participación usted con ella y viceversa. Son dos cuerpos con una sola vida?. 


 Usted, acepta que esa persona entra a tener derecho en todos los aspectos de su vida; es a quien usted le debe dar participación de todas sus decisiones; es a quien usted ha elegido en la vida no sólo para convivir si no para compartir lo más sagrado que hay en el ser humano, que es el AMOR viva representación de DIOS.

 Esa persona, tiene también decisiones en su vida; no salgamos más tarde diciendo que la que se casó fue la mujer o que el que se casó fue el hombre; acuérdese que ha sido un compromiso que usted adquirió ante DIOS y ante la sociedad y por ende ante usted; de quien depende que a partir de esa decisión sea usted, un engañado de sí mismo o un convencido de sí mismo.

 Si usted, traiciona a su cónyuge se esta traicionando usted mismo, porque es la misma vida para los dos, si usted responde a ese cónyuge como debe ser, se esta sincerando consigo mismo, porque su vida será un éxito, desde su corazón hacia su cónyuge y del connubio de los dos hacia la vida.

 “No te comprometas sino estas enamorado”.

SEGUNDA REGLA EN EL HOGAR ES LA COMPRENSIÓN 


 Toda persona, que tome la decisión de conformarse en pareja con otra persona debe tener como fundamento la comprensión; este aspecto tiene cinco expresiones básicas las cuales debe ubicar en el lugar que le corresponde para poder llevar una vida feliz.

  1.  COMPRENSION DEL TRABAJO QUE VA HACER, PERSONAL E INDIVIDUAL. 
  2.  COMPRENSION DEL TRABAJO QUE VA HACER CON SU PAREJA EN CONJUNTO. 
  3. COMPRENSION DE LA OBLIGACION ADQUIRIDA CONSIGO MISMO, CON SU PAREJA, CON LA SOCIEDAD Y CON DIOS. 
  4.  COMPRENSION SOBRE EL DEBER Y OBLIGACION ADQUIRIDO CON SUS HIJOS, CON SU EDUCACION Y FORMACION. 
  5.  COMPRENSION DEL CUERPO DE DOCTRINA QUE PROFESA, COMO HUMANO, COMO PERSONA Y COMO CRISTIANO. 


 Toda persona, para llevar una vida digna feliz tiene que desligarse de todo apego y de todo compromiso que se imponga a su desarrollo espiritual; es decir: todo obstáculo que se encuentre, que le hace tener situaciones adversas con su pareja, con su hogar y con sus obligaciones, esto nos indica que debemos comprender que por encima de todo compromiso esta la obra que estamos realizando y la felicidad que debe existir en su hogar, con su pareja, con sus hijos.  
La obra que nos proponemos realizarse se asemeja a la Sagrada Familia, donde el padre y la madre están unidos por lazos físicos y espirituales que les obligan a mantener un equilibrio y así poder educar a sus hijos y proyectarse a la sociedad con la solvencia moral y espiritual, que le sirvan de ejemplo para poder enseñar.

 La felicidad de una pareja, no consiste en tener dinero, bienes y títulos; consiste en que cada una de las personas que constituyen la pareja asuman la responsabilidad que les corresponda, cumpliendo fielmente con sus deberes y obligaciones.
 Sabemos que en el drama de la vida de cada persona aparecen eventos que lo hacen desestabilizarse emocional o mentalmente por momentos; esto debe ser comprendido por su cónyuge para que colabore ayudando a soportar sus difíciles situaciones.
 Hay dramas individuales que deben ser comprendidos por los dos y dramas en conjunto ser superados también por los dos.
 La comprensión es una expresión de la conciencia que le permite a la persona salir adelante en todos los dramas de la vida. Recordemos aquella filosofía Samaeliana que dice: “TODO LLEGA Y TODO PASA”. Esto nos hace entender que nada en la vida es perdurable, estático, porque la vida es un constante movimiento que nos lleva y nos trae de evento en evento, unos bonitos y otro feos, unos agradables y otros desagradables pero así es la vida.
 La comprensión nos lleva a tener serenidad para ver las cosas tal cual son. La persona que quiera su regeneración nunca se debe adelantar a los eventos porque cada uno de ellos llega en el momento que la ley y el PADRE le tienen asignado dentro de la cronología del tiempo;, la persona que tiene comprensión de la vida, espera paciente y con ojo avizor para que a los problemas que lleguen, darle la solución justa, sin precipitarse; así la vida será como es y no de otro modo.
Cuando a una de las persona de la pareja, se le presenta un drama desagradable y reacciona ante el, su cónyuge debe tener claridad y comprensión, para ayudarla, así la comprensión del que está por fuera del problema, va a ayudar a la comprensión de la persona que está en el problema.

 Este connubio de esfuerzo llevara a la pareja cada día, a amarse más, a conocerse más y por ende a vivir FELIZ.

miércoles, 10 de abril de 2013

la mujer cristiana


¡Oh! Mujer cristiana 

Cuan hermosas recompensas te esperan en la gloria. Eres un lirio del alba donde el rocío de la gracia divina brilla como cristalinas diademas y eres la tenue brisa que refresca el mustio camino de este mundo.
Dice Dios: (Pr. 18:22) “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová”. Desde el principio de la creación el Señor estableció esta verdad: “Gn. 2:18) “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.
Pero eres mucho más que una compañera idónea, (Pr.14:1) eres la que con tus manos edificas la casa, mientras que la necia con las suyas la derriba. El perfume embriagante de tu presencia, llena de gracia y frescura el hogar.
Ese lugar que puede estar adornado con los más exquisitos adornos que el dinero permite comprar, si no estás tú, pasa a ser un frío y lúgubre mausoleo donde todo palidece. Y ese modesto hogar donde el Soberano Dios te puso a ti, aún lo más simple brilla con inusitada gracia y esplendor.
Dichoso el hombre que después de una agotadora jornada pueda llegar a su hogar, y encontrar a su esposa afanada en agradar a su amado y transformar ese lugar en un manantial, donde ella se mueve como entre alelíes y las abejas revolotean con un beso de miel. Eres el sol, la luz y el viento que vuelan por ese lírico paisaje de amor.
Pero eres mucho más, eres la sabia administradora que puede multiplicar con gracia y sabiduría el escaso presupuesto que dispones, en delicados manjares que llenan de satisfacción a aquellos que con amor deseas agradar.

Eres la madre, y en esta condición tan especial, me hundo en un mar profundo sin poder tocar fondo para encontrar palabras y describir la grandeza de tu amor, lleno de un perfume enervante de tu núbil candor.
Con cuanta dedicación y desvelos cuidas a los retoños que Dios te da. Creo que no existe otra labor más fatigante y abrumadora, que esa que el Creador te encomendó, de guiar a los tuyos como un faro en medio del tortuoso mar.
No deja de maravillarme el hecho que cuando rendida y extenuada caes en un sueño profundo, que ni el rugir de los poderosos motores de un avión te pueden sacar, pero basta un simple quejido de tu niño para levantarte de un brinco y correr a su lado para derramar en libación tu amor.
Te admiro mujer, por tu fortaleza y dedicación. Cuanta paciencia y consagración te ha otorgado el Creador, que sabes sostener la arquitectura del silencio y del olvido en los agrestes caminos de la ruta estival.
El mundo es un mercado donde los hombres compran honores, voluntades y conciencias. Pero tú, mujer cristiana, eres como un manantial de aguas cristalinas y espumeantes sobre los pedregales, que se van suavizando en sus aristas con tu gracia tan especial.
Pero sabe que este mundo un día estará en mies en un granero celestial. Y allí, cuando los ángeles recojan los frutos de la cruz y el Señor nos traslade a Su gloria divinal.
Entonces muchos grandes predicadores se apresurarán a buscar las mejores coronas que el Rey de reyes repartirá. Pero seguramente escucharán avergonzados por su falta de humildad: “No, ésta la más especial, es para la mujer que supo ser esposa, madre y arquitecta de su propio hogar.
Sí, mujer cristiana, tú que has llevado tu cruz en silencio y sin publicidad, te está aguardada una corona muy especial.
Ya viene el día, porque el Señor así lo prometió, que todas las cosas habrán de salir a la luz. Y tu abnegación, consagración y santidad, no serán olvidadas por el Creador.
Tú que has sido bendecido con la compañía de una esposa, regocíjate con ella en tu vejez, (Pr. 5:19) “como cierva amada y graciosa gacela.Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre”. Porque esto es lo que agrada al Señor en verdad y eternamente.